El formol se conoce más comúnmente en el área capilar con otros nombres como metanal, formalina o formaldehído. A temperatura ambiente, el formol es un gas, sin embargo, muy soluble en agua, alcohol y acetona, el término formalina simplemente se refiere al formaldehído diluido en agua.
El formaldehído tiene propiedades biocidas, fijadoras, intermedias sintéticas y conservantes, propiedades que son muy buscadas en prácticamente todos los sectores de fabricación de una economía moderna.
¿Para que se usa el formol en los tratamientos capilares?
Fueron las autoridades cosmetológicas alrededor del mundo, las que observaron la presencia de formaldehído libre en estos productos en concentraciones que van del 1,7 al 1,8%. El formol se utiliza por sus propiedades, como que favorece la regeneración de la queratina en el cuero cabelludo y suaviza el cabello rizado.
Los productos alisadores se utilizan para eliminar las ondas del cabello, después de una aplicación de unos 30 minutos, el cabello se alisa con un rizador calentado a 230° C. El formol puede liberarse en altas concentraciones y presenta un riesgo de reacción alérgica o irritación de los ojos, la piel y el tracto respiratorio y, a veces, otras consecuencias más graves.
¿Es recomendable el uso de formol en los tratamientos de cabello?
El formol es de hecho un carcinógeno para la nasofaringe, además, el formaldehído puede desencadenar reacciones alérgicas a nivel respiratorio y cutáneo, que pueden llegar hasta un shock anafiláctico. Las autoridades de la salud y cosmetología respectivamente han establecido el límite máximo de formaldehído en el aire interior en 0.01ppm o partes por millón.
El formol está presente entre otros en esmaltes de uñas hasta en un 5% máximo y como conservante en productos cosméticos a partir del 0,05% se indica en el envase. Las concentraciones de productos alisadores son más altas, esta es la razón por la que las autoridades identifican un mayor riesgo para la salud del consumidor.
¿Cuáles son los peligros?
Los inconvenientes de este conservante químico han resultado ser muy importantes. En el nivel más bajo de peligro, el producto es irritante y provoca alergias y sensibilizaciones cutáneas, así como dermatitis de contacto.
No obstante, hay consecuencias más graves como la metaplasia escamosa. Los ataques genéticos o cancerígenos solo se observan en entornos donde el formol se usa profesionalmente.
De igual manera, existe una presencia variable de formol en prácticamente todos los espacios cerrados por evaporación, ya que su uso está muy extendido en la industria. Finalmente, se clasifica en la categoría 3 de sustancias cancerígenas, mutágenos y tóxicas para la reproducción.
No entraremos en detalles, pero debes saber que el uso de formol está muy regulado e incluso en ciertos casos prohibido a nivel de la Unión Europea. Por ejemplo, E240, un símbolo inofensivo bajo el que se oculta el formol es un conservante listado por Europa y su uso directo como aditivo no está autorizado.
Recientemente, algunos derivados han estado sujetos a una nueva restricción, ya no se pueden usar en un producto que permanece en contacto con la piel, pero aún se permite en productos que se aclaran.
Leave a Comment